sábado, 30 de agosto de 2008

Poemilla

Víctor los domingos por la noche busca estrellas,
piensa que en el cielo están solas aunque parezcan tan bellas.
Víctor escucha pasos a su espalda como sermones de vieja
y odia que el amor lo ponga tan nervioso cuando habla con ella.

Víctor siente respeto por lo que le hace ver la botella
y siente cariño por quien se preocupa de lo que sienta.
Víctor no es culpable porque su alma le tiembla
de no poder ser lo que desearía a quien le regala la luna llena.

Víctor juega con el espejo al juego de las prendas,
al "¡Yo te quiero y te necesito pero esta vida te encierra!".
Víctor busca la sonrisa de vez en cuando a quien le hace la cena,
y puede recitar luz en prosa cuando lee poesía negra.

Víctor no quiere creer ni en los horarios ni en las fechas,
pero cuadricularía su día a día si la vida una Victoria le diera.
Víctor no necesita mucho para que la felicidad lo envuelva,
pero por muy poco que sea no lo encuentra tras la niebla.

Víctor cuando habla se ahoga en sus palabras y en su pena,
y le da otro mordisco al chocolate porque la rabia le quema,
porque es destruirse lo que hace para no sentir esa tristeza,
porque es asco de lo que cuando se ve tan débil su alma se llena.

Víctor tiene un cajón donde guarda sus herramientas,
para sentir y para soñar y para crear obras maestras.
Víctor tiene la capacidad de ser todo aquello que quiera
pero le faltan razones para mostrarse y un público que lo entienda.

Víctor revive recuerdos cuando anda bajo la tormenta
y tiene mil cosas que esperar de todos y nadie que le espera.
Víctor tiene la verdad sobre lo que la gente cuenta.
Víctor tiene la verdad para muchas cosas aunque nadie le crea.

Víctor tiene fuerza y dedicación para quien sea quien las quiera.
Víctor busca la verdad de lo que la vida le enseña.
Víctor ahora está feliz porque le acompaña una borrachera.
Y, ¿qué más da?
Si Víctor seguirá solo cuando el Mañana lo vea,

salvo que la noche se haga cruces y no quiera
o sienta esos brazos amantes que le esperan
para no estar solo, para no estar sin ella.

sábado, 16 de agosto de 2008

Dedicado

Abre los ojos y despierta en tu cama.
Serena, rozan tus dedos tu frente mojada,
tus labios, tu piel aterciopelada.
Puedes sentir, vivir, soñar,
reir, abrazar la almohada.

Calla,
calla,
calla.

Miras adentro, al mar de tu nuca
tu mente,
tu luna sagrada,
el limbo del que eres esclava.

Calla,
calla,
calla.

¿Lo oyes?
Sí, a lo lejos, ¿lo oyes?
Tu mente no engaña,
tu destino te grita
escondido
entre tus entrañas.

Calla,
calla,
calla.

Se acerca.
No quieres pero se acerca.
Lo tienes dentro,
quiere salir de ti...
aunque te tenga atrapada.

Calla,
calla,
calla.

Y escucha...

----
---------
----------------

Tic-toc
Tic-toc
Tic-toc

¡Salta! ¡Corre!
Huye del sonido,
del canto enfermizo
que produce tu reloj.

- ¿Por qué se hunden en mis manos?
¿Por qué?
Como estátuas de arena,
se deshacen entre mis dedos,
mis sueños,
mis hijos,
mis deseos.

¡Yo sólo quiero rozar con mis manos tu pecho,
cada noche!
Tocar sus frentes y sonreirles,
cuidar mis plantas,
salir, construir, ver, mostrar.
Quiero parir mis ideas,
crearlas,
cuidarlas,
antes de que el reloj las vea.

Quiero quitarle al reloj un instante,
una nueva fotografía,
un nuevo "¡Yo!",
un nuevo día,
antes de que los mate.

Tic-toc
Tic-toc

¡Maldito reloj!
¡Bacalao!
Hoy se acabaron las lágrimas,
pues ya no me quedan.
Hoy toca luchar con rabia,
matar al cocodrilo.
Toca descubrir, estudiar,
vivir el amor puro,
antes de que el reloj
me quite del garfio el futuro.


Tic-toc

Buscar una solución.

Tic-toc

Vivir mi revolución,
amasarla en mis diarios,
besar con mis labios
los labios del amor.

Calla,
calla,
calla.

Estoy serena.

Tic-toc
Tic-toc

- ¿Ya estás aquí?
Llegas tarde.
Te esperaba quinientos dolores antes.
Nunca te tuve tan cerca.

Tic-toc
Tic-toc
Tic-toc
Tic-toc

¡Calla!
El tiempo apremia,
si de esta no salgo,
si estoy viendo
mi última primavera,
no voy a esperar sentada mi "tic-toc",
sino vivir esta mañana
como si fuese la primera.

Saltar de la cama,
correr a la ventana,
observar la ciudad
en su edad
más temprana.

Llegar a esta noche,
actuar sin reproches,
ganarme un nuevo mañana.

Tic-toc
Tic-toc

Hoy volví a escaparme de ti maldito reloj,

Tic-toc
Tic-toc

y espérate,

porque me llevo un día más,

y me llevaré más,

Tic-toc
Tic-toc
Tic-toc
Tic-toc

Espérate,
espérate a mañana
maldito reloj.

Y calla,
calla,
calla.

viernes, 15 de agosto de 2008

Yuuga


Yuuga felt again the sense of falling as he did the night before. This time he also felt the tips of the branches scratching his skin while cushioning him. For each scratch, a curse bursted from his throat aiming to the gnome and all his kin.

He caught a thick branch and held it tightly. The branch creaked with the same sound as his arm. Two tears struggled to scape from Yuuga's eyes, and he muted a roar while trying to stabilize. He reached the trunk and started going down the few metres left to the ground, with only one arm of course.

He relocated his shoulder and cried for a few seconds. He thought he should not use his left arm until it was alright. He stood up and took a look at the huge church-like building standing far in front of him. He didn't know in which part of Ravnica he was but he thought he better not stay very long in that forest, so he made his way to the palace.

As he walked, he felt the weight of sharp eyes looking at him from the vegetation. He already noticed that obscure place was not safe but he hadn't sensed the presence of someone or something right behind him, like making sure Yuuga stepped out of its territory as soon as possible.

He reached the gardens of the palace and started seeing people going in and out of the building, some driving oxen homes or little carts full of goods to sell. The place looked much more hectic
than he saw from far away. There was a yard just as he passed the entrance door and several giants keeping it. Inside, there was a market. People from all parts of the city had come to show their goods to the priests inside the palace, which strolled around chatting with the sellers and buying fruits, clothes, scrolls and other stuff.

Yuuga asked a priest for help with his arm. The priest took him trough several rooms until they reached one with a tall spiral staircase. He poked his shoulder and pointed at the end of the stairs. Yuuga went up the stairs and found a door at the end. He knocked and opened it.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Cristales rotos

Te llevas toda una vida haciendo las cosas como crees que se deben hacer.
A veces ganas, otras pierdes.
Pero cuando pierdes,
¿por qué siempre lo ves como un fracaso monumental?

Hacemos las cosas según nuestros valores nos dictan,
y creémos en lo que hacemos.
Cuando algo sale mal, aunque lo haces según tus valores, te cabreas.
Y la próxima vez te volverás a cabrear
porque será igual,
la misma acción cortada por los mismo patrones,
patrones de acción que no cambian nunca.

Vuelves a tener fe,
luchas otra vez,
pierdes otra vez,
sufres otra vez.
Pero no cambias, no quieres cambiar, te niegas a ello.
Son tus valores,
eres tú,
y si no crees en ellos,
en ti,
¿entonces quién?

Por eso siempre somos cabezotas,
siempre pensamos que llevamos razón,
"nuestra" razón.
Y así,
golpe tras otro, golpe tras otro,
aunque se rompa lo que somos,
golpe tras otro, golpe tras otro.
Aunque fracasemos,
golpe tras otro, golpe tras otro.
Nuestro autoestima roto,
nuestros ojos rotos
por dentro,
golpe tras otro, golpe tras otro.
Es inevitable.

Luego llega el momento de revelación.
Cuando pasa el tiempo,
ves que llevas razón,
¡ven! que llevas razón,
la gente pide disculpas por no haberte hecho caso,
recoges los frutos de tu "hacer bien las cosas",
y, de repente,
todo a tu alrededor
parece darte las gracias por ser tan tozudo,
gracias tras gracias,
golpe tras otro.

Y es en ese pasar de los años que te das cuenta:
"¿De qué te sirve ya?"
Gracias tras gracias y golpe tras otro,
llegas por las noches a tu cama,
cierras los ojos
y te miras en tu espejo.

Golpe tras otro,
golpe tras otro.
Tu imagen hecha pedazos por los golpes,
mientras te miras en un espejo roto.

¡Qué asco de mundo que no me hace caso cuando digo las cosas!

Al final

Sacrifiqué mi personalidad por la amistad,
la amistad por el amor,
el amor por el trabajo...

Al final, fue mi personalidad lo que no podía cambiar, porque es lo único que queda.

Eso,
y la familia.

jueves, 7 de agosto de 2008

Yuuga

The gnome waved and Yuuga approached the place which was bathed in a shiny blue shade. The gnome made a sign and Yuuga stopped where he was. Suddenly he gathered light from the stone and held it in his hands, he wrote some runes in the sand of the place where he was and suddenly the runes started to talk, but not babbling like a child, they sounded straight into Yuuga's ears.
Yuuga replied:
- Can you bring me back home? How could I trust you little hobgoblin?
He waited for the response:
- No I don't, I do not trust you little one, even if you are. I do not mind who's talking, you or your magic, just ask for the price and I'll pay for it, and be sure you bring me back safely and exactly at the place I ask you for.
- There is no free anything nowadays, so just ask for it or leave me be.
He waited for a response a long time. The gnome seemed to be sleeping or in some kind of trance. Yuuga thought he was just "stupidly silly, very much like all gnomes do".
- Ok, if that's what you want I'll make sure you get your payment as soon as I get my hands on it. Now bring me back home, mattey.
The gnome suddenly put his googles on and started waving his hands one against the other making a whirlpool of light out of the magic from the stone. Suddenly, a flush of light started to emanate from his fingers and the whirlpool exploded. Where once was a rock, there suddenly appeared a blue mirror screen. Yuuga approache it and said:
- Pray you get me home, or I'll come back for you, you little freak.
At his touch, the mirror turned into a vacuum and suddenly everything collapsed in Yuuga's world.



lunes, 4 de agosto de 2008

Raúl

Raúl despetó de repente en su cama. Las sábanas de franela llenas de sangre le relataron en un segundo que su operación de nariz no estaba del todo curada. Se quedó un rato haciendo dibujos con las irregularidades de las paredes de gotelé. Le encantaba hacer esas cosas. Se levantó con parsimonia, se aseó y preparó el desayuno y la cartera para ir a la universidad. Siempre llegaba tarde a clase, pero le encantaba ir pensando en un montón de cosas inútiles en el camino, para él la vida era mucho más importante que llegar a tiempo a una clase en la que los primeros cinco minutos no iba a hacer nada de todas formas. Raúl era del típico que se encontraba muchas veces haciendo algo de forma inconsciente. Muchas veces hablando solo, otras riéndose solo, otras actuando como si alguien lo estuviese mirando por un resquicio de la puerta. Él era así, su voluntad de trabajo exánime debido a sus deseos de dejar libre su mente de las tareas y las obligaciones del mundo terrenal. Total, tampoco era de los que necesitara guardarlo como un secreto. Fue un chico popular desde el primer día. Al parecer le resultó bastante guapo para un grupo de chicas de su clase que se atrevieron a presentarse y conocerlo el primer día. Él no tiene nada que decir que puedan interesarle a ellas, ellas piensan de él lo mejor mientras no salga nada de su boca que lo delate. Era un buen trato.

Pero su aburrimiento en un mundo tan hecho a priori, tan esquematizado, tan igual para todos y, por lo tanto, dentro del que él ya tenía su papel que representar, es lo que le quemaba los sesos todas las noches cuando visitaba a su almohada de lana. ¿Cómo podría cambiar esa situación? Poco a poco un plan se formaba en su cabeza.

domingo, 3 de agosto de 2008

Yuuga

Yuuga suddenly woke up. Shocked and soaking in sweating gasps, he remembered he fell down to that cave-like pit. In the beginning he didn't quite see anything but as he grew aware of his situation he noticed a blue glow coming from somewhere in the dark place. Dirty, bruised and punished by the fall, he managed to stand up and made his way to the light step by step throughtout the rocks and the mud.

What he found was a glittering blue stone embedded in the rock and a strange little gnome-like figure next to it. That gnome was dressed in a very shiny and weird costume, with big googles and a strange glove connected to his back by a thick tube.

-------------------------------------------------------------------------------------------------

Yuuga se despertó sobresaltado y jadeando un hálito que se mezclaba con el sudor de todo su cuerpo. Empezó a recordar cómo cayó en aquella oscura caverna. Se tranquilizó, se hizo a la oscuridad y al poco rato consiguió distinguir un extraño fulgor azulado que provenía de las profundidades de aquel lugar. Estaba sucio y cansado, la caída le había regalado unos moratones muy vistosos que le riñeron en su piel cuando intentó levantarse. Paso a paso, se acercó despacio hacia la luz por un camino angosto, lleno de piedras y barro.

Al final de la extraña luz, Yuuga encontró una piedra incrustada en la pared de la caverna. La piedra centelleaba con su luz azul, delatando la presencia de una extraña figura a su lado. Parecía un gnomo, o al menos eso creía distinguir dentro del atuendo extravagante que llevaba puesto, con unas grandes gafas de muchas lentes y un guante que desde su mano izquierda se conectaba a una mochila que el gnomo llevaba a la espalda.

A rage cry born real... Akroma.

Ixidor was alone now. Banished into the wastes by the Cabal for his failure in the pit fights, he didn’t even have the strength for tears. He had lost everything: his money, his dreams, and most painfully of all, his one love, Nivea, slain at the hands of the cruel Phage. All that was left was himself, his thoughts, and the infinite seas of sand.
He didn’t know how long he lay there, unmoving. He wasn’t conscious of the movement of the sun, the passing of time. His thoughts and consciousness seemed to flicker out, then renew themselves, more than once. All he knew throughout was his pain. And as an artist, he knew only one way to let out pain: creation.
As he gathered his strength and began his work, he already knew something was different this time. There was his renewed strength, for one. There was also the brightness of the images in his mind, red-hot and flaring, alive almost from the moment he conceived them. But most of all, there was the rage, burnt into every inch of his being. Rage against the Cabal, against the fates, and especially against Phage…. His limbs moved with almost supernatural speed, twitching and shivering with the pent-up anger animating his once frail form. He could feel a scream well up inside him, a scream that encompassed all of this heat inside him, but no sound would be sufficient. He worked, faster and faster, sweat running down his face, almost blinding. He pushed that scream into his arms, his hands, his fingertips, as they pushed and prodded at the very fabric of reality. He pushed and pushed until the scream began to ring in his ears, at first soft, but increasing in volume and pitch until it threatened to shut out the rest of the world and leave him deaf, forever leaving that cry echoing through his brain.
A wisp of heat tickled his face, and he looked up. The scream was real, all right, and it was coming from the throat of the figure floating before him, a figure that had not been there moments before, framed by the setting sun. She was beautiful, glorious, her face twisted in a frenzied anger, her every muscle bursting with that glorious rage, dying to release it all on a wicked world.


sábado, 2 de agosto de 2008

El dinero sólo puede comprar las respuestas de los problemas que crea.

La muerte está tan segura de su victoria que nos da toda una vida de ventaja.

Hay quien sueña todas las noches con su destino y hay quien se levanta todas las mañanas para forjárselo.

Si tus palabras no van a sonar mejor que el silencio, cállate.

Si la vida te da la espalda, tócale el culo.

Da igual cómo seas, sabes qué significa ser bueno, otra cosa es que aceptes la responsabilidad.

viernes, 1 de agosto de 2008

A la mañana siguiente

A la mañana siguiente
silba el jilguero en su rama,
tilda en el cielo sus alas,
pinta en tu cuerpo mis ganas.

A la mañana siguiente
caza en tus pechos mi espada.
nada en tu pelo mi barca,
traza en tus miedos la calma.

A la mañana siguiente
de nuestro principio.