y arrancar tu mirada pegada a ella,
cuando me miras posada en mis duros muslos
de fría piedra.
No hay otra cosa en mi mundo ni mi cabeza
que encadenarte a mí con cadenas de carne,
y todas esas risas que se me cuelan
cuando no miro mientras te veo.
Aúllo si me doy cuenta de que juegas conmigo
cuando creo poseerte
y controlar cada movimiento tuyo en este juego.
Tus uñas haciéndose un camino por mi espalda
son solo un aviso del vendaval
que sobre nuestra sincera desnudez se cierne.
Y me caza en el aire, atravesando mis alas de libertad,
tu lengua que se hinca en mi orgullo y corta
como un puñal,
una sonrisa de mi cara en frenesí.
Y es llegando al final…
cuando me inclino ante ti y te veo por encima de mí,
cuando gritas con tus movimientos circulares y te unes a mi propio cuerpo
que me siento un animal.
11 comentarios:
Bello
Besos y amor
je
te veo muy pasional. jejejje
besos
@Seo
Jajajaja... me ha echo mucha gracia el comentario.
De todas formas, como no te refieras al guepardo del poema, yo suelo ser muy embobado en cuanto a pasiones desatadas ;P
Creo que más que animal bastante salvaje donde uno es el bonito leopardo de la imagen y el otro el pobre corderito asustado y con los pelos de punta.
Bonita entrada :)
Hermoso... un sentimiento incontrolable pero por demás disfrutable...
Ser animal con la carne, ser humano con el corazón...
La mejor mezcla.
Te dejo besos =)
Un animal que nace ante las caricias y deja marcado su aroma en la piel del recuerdo...
Un placer disfrutar tus letras.
Besos
bonitos versos.
Que bueno.
Muy bueno.
Saludos.
¿Y dices que sueles ser muy embobado en cuanto a pasiones desatadas?
Pues menos mal... ;)
Me ha encantado.
Un beso :)
Esta me ha gustado tanto, que casi le quita el puesto a "A la mañana siguiente", que, ya sabes, siempre fue mi favorita.
Me recordó a esto...
"Arqueas la espalda y pareces entender que ahí guardaré mis manos. El color rojo pasa de mis
mejillas a las tuyas y nuestras respiraciones compiten. Devolverte un placer tan desmesurado es
difícil, igual que concentrarse en otra cosa que en mirar las poquitas gotas que conservas de la
reciente ducha. Para beber más basta perderme en tu pelo. Quiero decirte te quiero antes que tú,
pero es difícil hacer cosas antes de que tú las hagas.
Los ojos te brillan cuando el gemido más profundo parece escaparse no de tu boca, sino del centro
de tu pecho. Un gemido que abrazan dos torres que se apartan levemente cuando te tumbas. Un
gemido que crece cuando quiero besarte con mi boca, con mi sexo, con mis entrañas. Unas veces
me dejas hacer y otras te conviertes en diosa. Creo que no he sido tan feliz en mi vida."
Eso que has escrito es increíble. Me gusta mucho, mucho más que el poema que hay arriba. De hecho, tu forma de expresarte me resulta familiar.
¿Quién eres? Necesito saberlo.
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